sábado, 15 de noviembre de 2025

Eco que no cesa

 En el laberinto donde se extravían los días,  

busco el hilo que me devuelva a tu voz,  

pero sólo encuentro el eco de un suspiro,  

la sombra fugaz de un tiempo que no vuelve.


Hay un fuego que quema sin llamas,  

un silencio que grita en la oscuridad,  

y en ese vacío, tu nombre se disuelve  

como un espejismo que no sé si es real.


No sé si te amo o te temo,  

si eres la herida o la medicina,  

pero en la penumbra de este desvelo,  

sigues siendo mi imposible camino.


Quizás soy un extraño en tu piel,  

o un sueño que se olvida al despertar,  

pero sigo aquí, navegando en el filo,  

entre la sombra y la luz de lo que fue.

No hay comentarios: