domingo, 26 de julio de 2009

Basta!

Me rindo, claudico, renuncio, y me pongo de rodillas. Lo reconozco, el “bastante” me ganó.
30 años de lucha, bueno en realidad un poco menos, no soy taaaan pedante como para sostener que nací sabiendo hablar español (si español, no castellano… para perder esa guerra falta mucho aun), digamos 25 años de lucha (mucho mas que suficientes) y que hoy terminan.
Tengamos paz, al menos en este tema. Ya asumí que jamás derrotare a la lengua embanderada en Cervantes y regulada desde Madrid en el tema del “bastante”.
No es culpa de falta de estrategia o capacidad ejecutiva por parte de mi bando, es que la muy ruin se mofa al no presentar batalla, jocosamente descansa en la infame ambigüedad. Así no pueden ni Atila en concordato con Gengis Kahn.
¿Cuál es el problema, hoy devenido en ambigüedad sin controversia (dada mi humillante pero sin haber sido vencida claudicación)? El vocablo con berretines de adjetivo “bastante”.
Los adjetivos que yo conozco adjetivan. Hermoso es hermoso y Espantoso es algo espantoso… sin embargo existe uno que en puridad adjetivando no adjetiva nada.
En esta lengua, se puede “ser” y se puede “no ser”… y tambien se puede “bastante”.
¡Imposible! diría cualquiera, pero lo es. A quienes “cortan en bacalao” en las cuestiones filológicas y semióticas de esta lengua, les da lo mismo. Para los cientos de millones que hablamos español se puede ser competente, incompetente o “bastante” competente, que no es ni una ni otra ni todo lo contrario. Y lo mismo pasa con repugnante, sublime, pederasta insulso, y demás.
Oficialmente “bastante” es “Ni mucho ni poco, ni más ni menos de lo regular, ordinario o preciso; sin sobra ni falta” , malparidos blasfemos y atorrantes, es cierto… pero en su ambigüedad también invencibles por mas gallarda actitud que desde aquí hayamos tenido.
De aquí en mas, cuando preguntemos a un ser querido cual es su opinión sobre su propio devenir, y si el muy malparido, o irresoluto, nos da por respuesta “bastante bien” jamas sabremos que nos quiso decir.
Por lustros he preguntado a infames usuarios de esta pérfida construcción que pretenden decir. Jamás, ni tan solo uno me ha sido claro si al usar “bastante” para decorar “bien” pretenden decir “un poquito mejor que bien” o en cambio “casi casi bien pero no llega”.
Dicho esto, y considerando que no me es posible erradicar el “bastante”, dado que la Real Academia no considera que las ambigüedades en el idioma sean de relevancia, sostengo que me uniré a la corriente, y cada vez que mi interlocutor use “bastante”, asumiendo que por este solo hecho no es de su interés transmitir una idea inequívoca del asunto en cuestión, fingiré interés en sus palabras. Mejor dicho, si mi interlocutor me espeta un “bastante”, yo deberé fingir estar bastante interesado en sus palabras.
Que lo tiró.

jueves, 2 de julio de 2009