jueves, 21 de mayo de 2009

Tengo un secreto que nunca confese

Esta bien, esta bien tengo muchos mas que uno.


Pero hoy solo voy a confesar uno... o dos


No puedo, o mejor dicho, me niego a resistir la tentacion de hundir medio antebrazo en los enormes sacos de porotos y otras semillas comestibles que hay en los supermercados y almacenes. Es instintivo ademas... esta tentacion, casi necesidad, esta entre las primeras cosas que recuerdo de mi vida, y asi lo vengo haciendo desde niño. Claro en un tipo de 30 pinos no queda muy bien, a juzgar al menos, por los ulitmos dos reproches que me hizo el empleado del supermercado...  en la ultima semana.

Tampoco nunca confese que, casi todos los dias, en esos momentos muertos que no se pueden evitar, como los semaforos o los ascensores, trato de adivinar, o imagino que estara haciendo la gente que me rodea. Si estoy en un ascensor por ejemplo, pienso cuanta gente estara "camucheando" en ese momento y en ese edificio, o cuantos de los que estan esperando la luz verde, ademas tienen ganas de orinar.  Hoy sin ir mas lejos imagine cuantas personas en todo el mundo ese preciso momento estarian en un aeropuerto esperando abordar un vuelo con destino final MVD. Se me ocurre que unos 97.

No creo que estas bobadas sean patologicas, o sintomaticas de algunas de mis neurosis. Pero si siempre pense (y creo que es por eso que nunca lo comente con mis amigos) que solo se me ocurrian a mi.

Por esta razon es que soy conciente que seria inutil  cualquier intento de explicar el suave gozo euforico contenido que me hicieron sentir las primeras escenas de Le Fabuleux Destin d’Amélie Poulain. Amelie sufre de los mismos desvarios. Esto significa en puridad que en el mundo somos tres personas cuya imaginacion recorre caminos similares... Amelie, el guionista que le dio vida y le adjudico este tic, y yo.

Naturalmente, este hecho, lejos de persuadirme que estas cosas son mucho mas comunes de lo que yo creo, por el contrario clausuro definitivamente el asunto. Esta fuera de discusion que somos solo tres personas en el mundo con esta caracteristica comun. (situaciones como estas son los unicos momentos que disfruto con tener un espiritu inquebrantablemente terco)

Dicho sea de paso, aunque nada tenga que ver con este asunto, Amelie (con su banda sonora) esta entre las mejores peliculas hechas por el hombre (o ser humano si desea Ud leer frases politicamente correctas) y aca se pueden disfriutar a piacere sus primeros minutos http://www.youtube.com/watch?v=2T9dUBO4pv0.

¿A que viene todo esto?

Hoy, pensando en comprarme un buen pedazo de Roquefort, un vino y quiza algun embutido, entro al super de mi manzana, y noto que el muy belinun del empleado, o carcelero mas bien, que custodia los sacos de porotos se paro "como quien no quiere la cosa" entre los porotos y yo, asi con carita de buanasnoches.

Y sin embargo... no tome esto como una declaracion de guerra. Al contrario, diria incluso que genero una satisfactoria y tranquila sensacion de paz.  Quiza sea yo muy poco considerado para con la gente que me rodea, pero saber que hay gente capaz de idioteces insensatas peores que las mias me hace sentir bien.

Ademas, claro, en la siguiente gondola hay un saco repleto de mani.


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