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viernes, 4 de diciembre de 2009

La visita


El funeral de Jolesio se desarrolló con la pesada armonía y el silencio pomposo que se espera de estos ritos. El rojo intenso del atardecer acompañado por una fresca brisa que acariciaba la piel dignificaron el proceso con un entorno hermoso.
Verena y Jereq no lo vivieron como un ritual más. Ni la muchacha ni el niño recordarán los colores vivos del cielo, ni el frío amical del aire, ni las palabras recitadas que este se llevó. Aquel día ella sepultó a su esposo, Jereq a su padre, y ambos a la sensación intima de formar parte de una familia. Aquel dia, Verena y Jereq empezaron a formar un trío de dos.

Incontables atardeceres pasaron ya por el cielo, pero hoy como desde el primero, Verena y Jereq siguen durmiendo juntos. Lo que en un principio fue una ahogada necesidad de contenerse mutuamente, se fue transformando en la manera en que hoy madre e hijo engañan al sentimiento de soledad.

El reloj marca las 6 horas 13 minutos. Afuera está oscuro aun. Todavía falta para que la alarma despierte a Verena y comience la tarea cotidiana de desperar a Jereq, convencerlo que tiene que ir a clases aunque no quiera, bañarse, desayunar y salir. Todavía falta. Mientras tanto afuera reina el silencio, silencio que acompaña la paz de la habitación donde duermen. Sumergido en su sueño Jereq murmura algo, y hace que Verena moviendo la nariz se de vuelta dándole la espalda. Duermen en paz.

6 y 14. De súbito la cama, la habitación, el edificio, la ciudad entera sucumben violentamente ante un temblor pavoroso, que viene acompañado de un tronar que abruma y decenas de destellos en el cielo. La sacudida arranca a Verena, a Jereq y a toda la ciudad del idilio onírico, despertándolos a un mundo que ruge y convulsiona.

-¿Qué pasa mama? Grita Jereq
- No se mi amor, responde Verena con una calma sobreactuada, mientras en un solo movimiento tira a su hijo bajo la cama buscando protección

Entre el miedo y la angustia Jereq rompe en llanto, tapándose los oídos en posición fetal. Verena lo abraza, y le besa la nuca.

6 y 23 Así de repentino como irrumpieron, el temblor, el ruido infernal y las luces desaparecen. Sin más, todo queda en calma. El cambio es tan abrupto, y la diferencia entre el silencio y esa larga explosión tan abrumadora que la paz que ahora se siente genera una incómoda angustia.
Con pasos cortos y rápidos Verena se aventura a la ventana. No estaba preparada para lo que vio. Nadie en el planeta lo estaba.

La tímida claridad del alba, que recorta y contrasta sobre su fondo claro el oscuro perfil de los techos de la ciudad, hace que lo que se ve desde la ventana sea todavía mas funesto.

Sobre la ciudad, flota en majestuoso silencio un objeto inmenso. Parece un escarabajo, o quizá, por la pureza y simplicidad de sus líneas sea mas parecido a un huevo cortado longitudinalmente flotando con su parte plana paralela al suelo. La perfección de sus curvas, y su tamaño colosal se imponen sobre el irregular contorno de la ciudad que yace debajo.

Sea lo que sea, esa cosa no viene de este mundo.

Verena sabe que no tiene el lujo de sentir miedo, incertidumbre o perder tiempo buscando respuestas. Antes que nada está su hijo… la fuerza del instinto maternal es tan intensa como primitiva… pero no intuye que hacer. Mecánicamente le pide a Jareq que se vista momento que aprovecha para armar un bolso que llena con comida, mudas de ropa, una linterna… y una cuchilla de la cocina. No sabe por que armó un bolso, menos lo que puso en el, y tampoco sabe la razón por la que decidió que lo mejor es dejar la casa.
Pero abandonarse al dictado de su instinto le da tiempo para pensar… “¿Por qué tengo miedo? ¿De qué busco protegernos? Es tonto es tonto… Nadie cruzaría las galaxias buscando hacer daño… Si llegaron hasta nuestro planeta necesariamente son mas inteligentes y evolucionados que nosotros, por tanto es tonto pensar que son belicosos, una especie evolucionada tiene que ser pacífica… “
En ese momento recordó una frase que alguien dijo en el funeral de Jolesio “Muchas personas temen a la muerte. Es natural temer a lo desconocido. Sin embargo, no hay nada mas conocido para nosotros que la muerte. Pase lo que pase ella siempre, inevitablemente, estará esperando al final del camino”
Estos dos últimos pensamientos la tranquilizaron en cierta forma… Justo en ese momento Jareq estornudó…
Estornudo que tuvo sobre Verena el mismo efecto que tendría sobre un castillo de naipes… El virus que Jareq contrajo vaya uno a saber dónde no será inteligente según nuestra idea de inteligencia, pero si es un organismo que ha sabido evolucionar… Y si los tripulantes de esa nave fuesen como un virus, una entidad socio biológica que no sea autosustentable y cuya supervivencia se base en invadir y hospedarse en otra que les suministre los recursos necesarios hasta su agotamiento?

En eso estaba Verena cuando desde la nave se escucha “Somos Humanos, venimos del planeta Tierra, el tercero del sistema de la estrella Sol”







miércoles, 17 de junio de 2009

Cosas importantes

El lápiz esta sobre la mesa.

Esta es añeja, y es verde ingles la última capa de pintura que esconde sus vetas de roble. Cuadrada, pesada, robusta. Testigo de miles de comilonas familiares, muda testigo de cientos de secretos y chimentos, fiel sostén de decenas de exámenes parciales y deberes, cómplice incluso de mas de un furtivo encuentro sexual

El es rojo y negro y tiene la punta afilada. Si, él, no este. No se trata de un lápiz cualquiera. En absoluto. El grafito con el que esta hecha su alma viene de una mina perdida en las estepas del desierto de Gobi, donde hace 723 años se estrello un meteorito que traía consigo minúsculas bacterias nacidas en otros mundos. Estas, con la potencia del impacto y el calor de la explosión, se fundieron con el carbono y le dieron, y a este sólo, algo que a falta de nombre llamémosle vida. Afortunadamente los hombres ni sospechan de esto. El impacto no figura en ningún registro y además carecen de los medios y la sensibilidad como para percibirlo.

Entre los dos crean una imagen suspendida en el tiempo, inmóvil, eterna, y bañada por esa melancolía tediosa que se le antoja al sol de vez en cuando al caer la tarde. Mientras tanto el lápiz vibra, piensa, sueña y proyecta inmóvil arriba de ese mar verde ingles

Consciente de la incapacidad de otras almas para sentir su existencia, decidió auto elegirse un nombre. Le gustó Cacho. Según el es un nombre suficientemente común y simpático, sin llegar a ser vulgar pero tampoco pretencioso. Es un nombre cómodo bah. Lo que no dice es que también es un nombre que le ayuda a disimular su impresentable vanidad.

Cacho sueña con hacer de los 20 centímetros que durará su vida algo trascendente.

¿Cuántas afiladas vueltas de sacapuntas le tomará encontrarse con la muerte? No lo sabe, pero esta determinado a que ninguna de ellas sea en vano. El escribirá cosas importantes. Cartas de amor, bocetos, ideas crudas, planos soñados, garabatos irrepetibles o dibujos nacidos de la genial sociedad que existe entre la mano aun torpe y la imaginación todavía infinita de un niño.

Cacho ha decidido dejar un trazo en su paso por el mundo.

Ahí esta él, expectante. Solo. Quieto. Soñando. Sobre una añeja pero aburrida mesa verde ingles.

La tarde empieza a llamarse noche cuando la estacionaria vida de cacho y la mesa se sacude. Cacho venía escuchando la voz. Cada vez mas cerca llenando a paso firme el silencio del corredor. Dulce, agitada, femenina y divertida viene hablando por teléfono. Sin embargo el abrupto abrir de la puerta igual le sorpendio

¡que emoción! ¡Seguramente llego la hora de imprimir mi vida en un papel!, penso Cacho mientras sentía como la mujer iba y venia por el cuarto de la mesa verde inglés, levantando cosas, cambiando de lugar otras, y siempre hablando con inquieta emoción al teléfono

De pronto siente que dos deditos largos y coquetos lo agarran. ¡acá vamos¡ Siente que sube y sube por el aire, hasta que de pronto, con la firme dulzura que solo estos dedos pueden imprimir, siente como de a poco su largura va penetrando el moño que a las corridas forma el perfumado pelo en la nuca de la voz.

Centímetro a centímetro Cacho se lamenta al ver sus importantes ambiciones frustradas…

Y centímetro a centímetro Cacho va a aprendiendo lo importante que es gozar del privilegio de salir a pasear en el pelo de una mujer…

Los trazos pueden esperar… y ojala sea por mucho tiempo, por ahora Cacho prefiere entreverarse en este perfume.

viernes, 12 de junio de 2009

Amor retorico

El caos controlado que reina entre vos y yo

Esta calma tensa que ya se transformo en una pelea amistosa

Amenaza timidamente con ser el genesis apocaliptico de nuestro amor

Mi vista ciega no puede sentir tus gritos silenciosos

Mi silencio atronador parece no quebrar tu tolerancia cero

Tus ideas son una completa selección de llanura abisal

Mis sentimientos son inmensamente pequeños y de baja altitud

Sin embargo

Esta armonia discordante tiene una belleza grotesca

Asi que con mi razonamiento emotivo invito a tu pasion controlada

A una paz convulsa

Que nuestro realismo magico es una apuesta segura

Detengamos el tiempo y hagamos de esto una fantasia real

Poco importa

Que vos seas pleonasmo

Y yo oximoron

Y que no sepamos si es tuyo o mio

El Amor Eterno

domingo, 7 de junio de 2009

El cogotudo y el arriero

Cae la tarde en la pradera. La brisa fresca del otoño baila entre las ramas del Tala que ya era añoso cuando Don Prudencio eligió ese lugar para levantar su rancho.

Hoy, muchos años después, aquel rancho ya es una casa digna, pero como desde el primer día, Prudencio sigue prefiriendo sentarse bajo el Tala a esta hora, cuando el sol manda terminar con el trabajo. Todos los días, sentado en su taburete de cuero de oveja, y acompañado de un mate caliente, desde el Tala Prudencio deja que su mirada se pierda en al campo, y entre cebada y cebada piensa en el trabajo realizado hoy, y empieza a organizar el de mañana. Así queda, en paz, hasta que Zulma, “la Chola” le llama con la cena pronta.

La de hoy será buseca y caldo de gallina. Pero todavía falta para eso, todavía el cielo se pasea entre el naranja y el rojo allá a lo lejos, y los teros aun cantan lejos de su nido.

Prudencio acomoda el taburete abajo del Tala, el secreto esta en clavar un poquito las patas en la tierra. Lejos quedan los tiempos en que se sentaba directo las raíces del árbol. Los años vienen con achaques y si bien no se queja, desde hace un tiempo ya cuando termina el día a Prudencio le duelen muchos músculos y todos los huesos. Es en ese momento en que sueña con que sus gurises y sus nietos trabajaran en el campo con el, pero solo se permite soñarlo, el sabe que ellos tomaron otro camino. El mayor ya es dentista y esta en la ciudad con sus primeros pacientes, su mujer y su hijo, los dos que le siguen están también en la ciudad, pero estudiando. Cuando tenía su edad, Prudencio no tenía esa posibilidad, y justo a sus borregos no se la iba él a cortar. Pucha que se le infla el pecho de orgullo cuando piensa en ellos!

En estos menesteres estaba Prudencio cuando ve a lo lejos en el camino que viene llegando la camioneta del Dr. Lisandro, camioneta grande a juzgar por el polvo que levanta. Esta visto que el de hoy no va a ser un atardecer de soledad meditación y descanso merecidos. No es esto algo que moleste a Prudencio. Al contrario, el Dr. Lisandro es miembro de una familia de terratenientes de la zona, muy respetada, de rancio abolengo y que desde siempre estuvo mezclada en los acontecimientos de la historia del país. De cuna y educación bien distinta, y por más que siempre lo ve como muy afrancesado, Prudencio disfruta de las conversaciones con el Dotor Lisandro.

Apeándose de la camioneta y mientras se acerca Lisandro dice:

Lisandro: Buenas tardes Don Prudencio…

Prudencio: ¡¿pero que me cuenta Dotor!? Un lujo tenerlo por acá, hace tiempo que no se le veía…

Ambos se dan la mano con fuerza y mirándose a los ojos, como manda la costumbre entre caballeros de bien. La aspereza casi abrasiva de la mano curtida de Prudencio contrasta con la tersa piel, dedos finos y uñas moldeadas de Lisandro todavía mucho más que el contraste que existe entre las ropas desgastadas y alpargatas bigotudas de uno con las botas de gamuza, bombacha beige impoluta y cabellera rubia engominada del otro.

Lisandro: Bueno, muchas gracias. ¿Cómo esta usted? ¿Cómo esta Doña Chola? Supe que sufrió de laringitis el mes pasado…

Prudencio: pero esa vieja es indestrutible dotor, no se preocupe que no esiste “itis” que le haga mella. A di andar por adentro cocinando lo mas seguro. Con certeza en un momento nomás viene a hacernos compañía… Siéntese nomás dotor, sabrá usté disculparme que no tengo otra cosa que ofrecerle que esa raíz del tala… mi humilda no quiere faltarle el respeto.

Lisandro: en absoluto buen hombre, no seria la primera vez además.

Prudencio: ¿toma un mate?

Lisandro: como no. Le acepto uno

Prudencio: (mientras ceba con gesto experiente) y cuénteme dotor a que debemos su presencia

Lisandro: bueno yo, esteee…

Prudencio: (alcanzándole el mate humeante) pero disculpe Ud. mi brutalidá que todavía no le pregunte por Doña Vitoria, ni que fuera yo un cuatrero

Lisandro: pero no hay problema mi amigo. Victoria esta en la capital, organizando con sus amigas del “Garden” un vernissage a beneficio del hospital de niños.

Prudencio: ¡mire Ud.! ¿Y la Joaquina? Pensar que la vi gatear de gurisa…

Lisandro: Es cierto… tanto tiempo. Joaquina se casa el año próximo con un Point de la Rotonde que conoció en facultad, y se van ya que el tiene un postgrado.

Prudencio: ¿un que me dijo?

Lisandro: es el nombre de mi futuro yerno… Segundo Point de la Rotonde

Prudencio: ah… ¿se van al esterior me dice?, y la Joaquina con tantos años de estudio, ¿no querrá trabajar de lo que estudio?

Lisandro: para nada, seguramente se dedique a formar su hogar y criar futuros hijos

Prudencio: ¡que lo tiró!... y claro es otra realidá, fíjese que mi hijo el Martín aunque sea dentista no puede el solo mantener a la familia… mi nuera trabaja a la par. ¿Y el Lucas? ¿Qué es de su vida?

Lisandro: Lucas termino el colegio el año pasado, y se tomo este año como sabático. Justo en estos días esta en Tailandia con unos amigos haciendo surf.

Prudencio: pero mire Ud.… yo que ni pude terminar el liceo… a la eda de su hijo yo estaba meta alambrar, esquilar o de yerra de zafra en zafra… Y ojo, no es correto eso que dicen que algunos nacen con estrella y otros estrellaos… en asoluto, yo digo que unos nacen pa vivir, y otros nacemos pal trabajo. Pero con trabajo y la ayuda de Dios un día pudimo levantar el ranchito con la Chola, y trabajar pa uno mismo, que es diferente a trabajar pal patrón. Ojo, dotor, no me mal interprete, se lo digo con todo el respeto, patrones como su difunto padre hubo pocos en estos pagos. El hombre era de la planta. Jamás olvidaremos con la Chola que hasta una mano nos dio cuando nos pusimo de independiente

Lisandro: lo se, lo se don Prudencio. Justamente de eso venia a hablarle… es que

Prudencio: Dígame dotor nomás, que hay confianza.

Lisandro: bueno es que yo soy consciente que doña Chola y Ud. le tenían mucho cariño a mi padre….

Prudencio: por supuesto…

Lisandro: y bueno, con ese pensamiento es que le vengo a pedir que me de un tiempito mas para pagarle el dinero que me presto. 60 días, no mas, pero la verdad, tengo muchos gastos que afrontar y las cosas no me salen…

Prudencio: ¡y como le van a salir las cosas dotor, si tiene Ud. el infortunio de que en su familia nadie trabaje! Es como yo le digo, en este mundo algunos nacen pa vivirla y otros pa trabajarla. No se haga mala sangre dotor, que de todas formas la hipoteca que me dio sobre sus tierras tiene plazo pa rato. Y puede estar Ud. tranquilo que esto queda en secreto entre Ud. y yo, que no ando yo pa andar batiendo. Ahora, es tierra buena esa, intente ponerla al pastoreo, si aceta un consejo de un viejo.

Lisandro: si lo se, pero tendría que estar yendo y viniendo, me tomaría tiempo…

Prudencio: mucho mas que 60 días, pero es una cuestión de atitú dotor…

Lisandro: bien muchas gracias Don Prudencio. Lo aprecio y será Ud. retribuido. Ahora sigo mi camino.

Prudencio: que pase Ud. bien dotor.

martes, 21 de abril de 2009

Yo soy tu Hombre. Se tu entonces mi Mujer

Yo te elegi como Mujer, y voy a ser tu Hombre. 

Voy a hacerte sentir que muero por vos, pero no por esto voy a dejar de ser masculino. Te voy a respetar, y te voy a pedir que me acompañes al lado mio. Conmigo vas a sentirte mujer, vas a sentirte protegida y admirada.

Juntos vamos a experimentar fantasear jugar y muchisismas cosas que terminar en ar. 

Me aburre el futbol y me encantan tus curvas, asi que los domingos de tarde los vamos a dedicar a nuestras cosas.

Asi como se endiosarte y adorarte, tambien se hacerme un poco el malo de vez en cuando

Pero hay algunas cosas que vas a tener que entender. No tengo ni tiempo ni ganas de ser celoso, eso se lo dejo a otros. Y jamas lo voy a a ser. Asi que deja de una buena vez de buscar histeriqueando  generar ese sentimiento en mi, por que lo unico que vas a conseguir es que te cambie por una mujer mas decida y con menos ganas de pendejear y de paso me voy a ahorrar las miradas de los gilunes que estan convencidos que me estan soplando la mina. Y entende que, si bien se lo que son las mentiras piadosas, yo jamas te voy a mentir de veras, asi que no hagas preguntas cuya respuesta no queres escuchar

jueves, 16 de abril de 2009

Habia una vez...

Un niño que vivia adentro del cuerpo de un señor barrigon.

La relacion entre el niño y el señor barrigon era casi inexistente, no es que se llevaran mal, para nada, es que simplemente no se daban mucha bola. Es que a ninguno de los dos le interesaba realmente el devenir de la vida del otro. Si no fuera por que el niño era muy inquieto y el señor barrigon bastante proteston, uno diria que aquello era pura armonia zen

Existia entre ambos un acuerdo tacito. A cambio de alojamiento el niño le permitia al señor barrigon pasearse por su mundo encantado, en el que habian incontables castillos y fortalezas, bosques peligrosos, naves espaciales y mares embravecidos. Al señor barrigon le encantaban estos paisajes, pero demostraba mucho mas interes por las damas que por ellos transitaban. Si no fuera por que al niño no le interesaba realmente el devenir de la vida del señor barrigon, esto ultimo le hubiese molestado,y esto hubiese sido totalmente comprensible ademas, ya que por mas niño y huesped que fuera, aquellas no dejaban de ser sus damas.


El señor barrigon cargaba con un poco de culpa, ya que sabia que abusaba del acuerdo tacito. Se tomaba la libertad de pasearse por el mundo encantando del niño demasiado seguido y a veces por demasiado tiempo. Afortunadamente, esto jamas genero ningun problema, probablemente por que al niño le era realmente indiferente el devenir del señor barrigon
Por esta razon, y al verlo esimismado y absorto en sus pensamientos, mucha gente distraida juzgaba al señor barrigon como un tipo parco distante y antipatico, todas cosas absolutamente atinadas por cierto, pero nacidas en otros motivos

Quizo la suerte (la del señor barrigon naturalmente) que existiera viviera y respirara, al mismo momento y casi en el mismo lugar donde tenia que vivir el señor barrigon, una señorita que de no ser por que tenia mañans muy humanas, uno sospecharia que se habia escapado de algun mundo encantado, donde seguramente hubiese sido una princesa. Mañosa, pero princesa al fin.

Fue el niño naturalmente quien vio este ultimo detalle, y naturalmente fue tambien el quien se le comento al pasar, asi como quien no quiere la cosa al señor barrigon. Es que el señor barrigon ademas es muy distraido. Distraido pero no tonto, esa señorita derrochaba un encanto especial. Fue ese dia que el devenir de la señorita para el señor barrigon y de la princesa para el niño se transformo en algo importante.

Tal era el encanto de la señorita, que un dia, pero muuucho antes del que nos interesa hoy, un musico frances le dedico una opera en su nombre, cuando se la cruzo mientras vivia en sevilla

Asi fue como el niño y el señor barrigon se dieron cuenta que tenian muchas cosas en comun, y hoy por hoy su devenir le es muy caro, tanto que se podria decir que es casi el mismo. Ya no viven en armonia, de vez en cuando se putean un rato, pero eso no es problema.

Lo verdaderamente triste, es que el niño no tuvo oportunidad de preguntarle a la princesa cual era su nombre, pero sabe que anonima no es un nombre que jamas haya tenido una princesa,
Quiza algun dia pueda invitarla a pasear por su mundo y hablar un ratito